La reserva de tigres Jim Corbett

El parque nacional natural más antiguo de la India

Vida Sslvaje

January 20, 2018

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Destino la India

Enero-Febrero 2018



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A los pies del Himalaya, el Parque Nacional Jim Corbett, en la región de Nainital del estado norteño de Uttarakhand, ofrece a los visitantes una gran cantidad de vida silvestre. No hay duda de que después de cruzarse con los tigres de Bengala, leopardos, elefantes, ciervos y cocodrilos piscívoros, tendrá mucho que contar.

Tras 90 minutos en coche desde la estación de Ramnagar llegamos al bosque que bordea la reserva Jim Corbett, en el corazón del parque nacional del mismo nombre, que abarca unos 1 318 kilómetros cuadrados.

Por el camino, los letreros nos advierten: no entre a pie en el parque, conduzca despacio, los animales son prioritarios o no toquen la bocina en el parque son algunos de los mensajes que podemos encontrar. Estamos rodeados de jeeps, de dibujos de tigres que rugen en nuestra dirección y de camisetas con dibujos de tigres colgando de las fachadas de las tiendas de recuerdos.

«La reserva de tigres Jim Corbett lleva el nombre de un famoso cazador británico, James Edward Corbett (también conocido como Jim Corbett), que fue popular entre los lugareños porque los liberaba de los tigres que los atacaban», informa nuestro conductor y guía, Ayyub Shifi, a medida que entramos en la reserva. No obstante, el cazador transformado en protector de la naturaleza se convirtió en una voz prominente en la defensa de la vida silvestre. La reserva de tigres Jim Corbett fue inaugurada en 1936 con el nombre de Parque Nacional Hailey antes de ser rebautizada como Parque Nacional Ramganga. Sólo en 1957, después de la muerte de Edward Corbett, la reserva tomó su nombre.

Hay cuatro entradas en el parque: las de las zonas de Jhirna, Dhikala, Bijrani y Durga Devi, también conocida como Loha Chaud. Cuando entramos en el zona de Jhirna, una ligera lluvia desenrolla una alfombra húmeda a medida que comenzamos nuestro safari mientras nos mecemos en la parte posterior del jeep.

Según vamos penetrando en un bosque dominado por sals, nos encontramos con numerosas especies de ciervos pastando, como el ciervo axis, el sambar o el muntjac, a los cuales se unen pronto pavos reales o jabalíes en su hábitat natural. «Los ciervos ya no huyen delante de los coches o los hombres, pero cuando veáis uno, no gritéis y hablad despacio. Tened cuidado, no dejéis ningún resto dentro o fuera de la jungla», advierte Shifi.

Los servicios forestales prohíben que se dañe o se perturbe a los animales y su hábitat natural. El uso de antorchas para ver animales y por la noche, fuera de la jungla o durante el safari también está prohibido para no molestarlos.

Mientras inspeccionamos los alrededores buscando animales, el guía nos indica que no perdamos el tiempo mirando a nuestra izquierda, donde el bosque está cubierto con hojas de lantana. «Estas hojas son calientes y secas. Como regla general, los animales no se aventuran allí en verano. Se los puede ver en invierno, pero esta temporada prefieren descansar en las hojas de jambolán», explica Puran Pradhan, director del Kunkhet Valley Resort. Naturalista confirmado y residente de los alrededores durante más de veinte años, este hombre enriquece nuestro safari con su conocimiento.

A medida que el jeep avanza hacia la densa jungla nos encontramos con un venado muerto, sin duda agredido por un tigre. «Los tigres se ven fácilmente en verano, cuando está seco y salen a beber. Solo atacan cuando están con sus crías, incluso cuando están en grupos en noviembre o diciembre», nos informa nuestro guía.

Sin embargo, para nuestra decepción, no pudimos ver ninguno y tuvimos que contentarnos con las historias de aquellos que habían logrado verlo. «Corbett tiene entre 40 y 50 mil ciervos y alrededor de 250 tigres. Ver un tigre no es fácil, la hierba del parque proporciona un camuflaje perfecto para los tigres, que los vuelve casi invisibles en las praderas de color amarillo verdoso», comenta Anurag Kumar Sharma, copropietario del Kunkhet Valley Resort, quien también nos acompaña.

Como para aliviar nuestra decepción, el canto de varios pájaros interrumpe de repente el silencio del bosque. Nuestro guía nos comenta que la selva virgen, particularmente en la zona de Jhirna, es un paraíso para aquellos a los que les gusta ver aves. También es el hogar de más de 600 especies, que representan alrededor de la mitad de las especies presentes en el territorio indio.

«El cálao de la India, el faisán Kalij, el monarca colilargo asiático, el martín pescador del Himalaya y otros coloridos abejarucos, pájaros carpinteros, águilas, buitres, loros, búhos, ruiseñores, cucos, petirrojos y palomas son fácilmente discernibles sin prismáticos» continúa Pradhan mientras apunta hacia las aves, presentándolas.

«Para ver nutrias, mangostas y serpientes como cobras, víboras, pitones y búngaros, un safari en la zona de Dhikala es la mejor opción, por donde fluye el río Ramganga», nos aconseja un turista que había tomado este camino el día anterior.

El Jim Corbett es también uno de los pocos parques nacionales donde los visitantes pueden permanecer en los hogares instalados dentro de la selva o bien optar por un safari en elefante. Aunque la distancia cubierta por un elefante es más pequeña, su altura ofrece impresionantes vistas de la jungla, por encima de los árboles y junto a los movimientos bruscos de los grillos y el aroma de las flores, algo que el safari en jeep no ofrece.

Aunque no vimos ningún tigre durante el safari, sí que nos topamos con un leopardo por el camino de vuelta al hotel. El ejemplar entraba en la jungla después de cruzar la carretera, indiferente a nuestro automóvil. Una vez desaparecido en el bosque, los gritos de los chitals y monos rompieron el silencio.

«Los monos, los ciervos y las aves tienen una cierta cantidad de connivencia: parecen advertirse unos a otros cuando ven o sienten la presencia de un depredador», nos cuenta Shifi.

El parque y sus alrededores

Más allá de una fauna excepcional, el parque nacional también ofrece una vegetación fluvial que se desarrolla a lo largo de los ríos Ramganga y Kosi, los cuales serpentean por el parque y otros lugares alrededor de esta zona .

Una gran parte del parque se extiende a lo largo del Kosi, donde los visitantes pueden practicar rafting y tirolina desde el puente Jhula que sube el río. Sin embargo, primero se debe obtener el permiso de las autoridades del parque. Los pescadores pueden deleitarse con el mahseer dorado, una especie de carpa india, en las aguas del Ramganga y del Kosi. Estas carpas también atraen a muchas aves migratorias. La pesca solo está permitida fuera de los límites del parque.

Otro destino importante es el Templo Garjiya Devi, ubicado cerca de Ramnagar, en las afueras del parque nacional Corbett. Este templo se considera un santuario sagrado, creado de forma natural por el lodo y el barro desplazado durante una inundación hace más de 150 años. Rodeado por el afluente del río Kosi, el templo tiene un fuerte carácter religioso y la población local conserva una plétora de historias sobre su creación y existencia.

Erigido sobre una enorme roca en el medio del río, el templo empezó a vivir el entusiasmo sólo en la década de los 40. En los últimos años ha sido preservado y reconstruido varias veces por las autoridades.

«Hace 150 o 200 años, un día antes del diluvio, un santo soñó que el agua no sería la única que se tragara la región. Tenía que detenerlo. Al día siguiente, la región estaba bajo el agua, y el santo vio cómo se formaba una gran montaña con la arcilla y el barro transportados por la inundación. Se puso a meditar para detener la montaña justo donde estaba. La colina, de unos cien metros, no se ha movido desde entonces, y con el tiempo los fieles han instalado ídolos en ella. Más tarde, la colina tomó el nombre del templo Garjiya», cuenta Pradhan.

Más arriba, a unos 26 kilómetros de Ramnagar, las cascadas Corbett, en la carretera Ramnagar-Kaladhungi, rodeadas por un bosque de densa teca, son el lugar ideal para disfrutar de la belleza del sitio. Si bien estas cascadas de unos veinte metros no son monumentales y la natación está prohibida, su belleza natural es, no obstante, apreciable. Se llega por un pequeño sendero de un kilómetro y medio al comienzo de la carretera.

Si desea saber más sobre la vida de James Edward Corbett, su residencia se encuentra en Kaladhungi, a 26 kilómetros de Ramnagar. Esta casa, construida en 1881 cerca del lago Nainital, albergó al legendario cazador que puso a la región en el punto de mira a través de diversas obras como Las fieras cebadas de Kumaon. Su mesa de trabajo y otros objetos cotidianos pueblan la cabaña, así como retratos que muestran su transformación de cazador a defensor de la naturaleza y diversas informaciones relacionadas con su vida.

A 30 kilómetros al norte del parque Corbett, la magnífica vista del Himalaya es popular entre los turistas. El panorama de los majestuosos Himalayas y sus crestas arboladas a continuación prolonga la aventura de Corbett.

Cómo llegar

Se puede acceder fácilmente a la estación de Ramnagar, la más cercana al parque Jim Corbett, por carretera o tren desde Nueva Delhi, Moradabad, Nainital y Bareilly. El parque se encuentra a 295 kilómetros de Delhi. El Ranikhet Express y el Sampark Kranti Express conectan Delhi y Ramnagar por la noche.


Kunkhet Valley Resort

Una de las principales ventajas del parque nacional Jim Corbett es que combina la experiencia de la selva con la comodidad de un hotel. El Khunkhet Valley Resort se encuentra en un pintoresco recodo del río Kosi y ofrece una variedad de opciones de alojamiento, desde casas de campo o tiendas de campaña de cinco estrellas a sencillas habitaciones. Rodeada de huertos y árboles frutales, la propiedad está bañada por el aire fresco de las montañas recién azotadas por la lluvia. A la mayoría de los visitantes les gusta sentarse en el balcón de su tienda y escuchar la lluvia caer, envueltos por el susurro de arroyos, pájaros, mariposas, plataneras y otras plantas y árboles frutales. «En mi familia todos trabajamos, así que solo queríamos descansar. Este lugar es tan relajante, con su vista de las montañas y los ríos, que esta vez decidimos disfrutar y explorar sólo el hotel», comenta Bhavika Miglani, residente de Bangalore, en Karnataka (Sur). El hotel es conocido por su cálida hospitalidad, y con razón. El director asesora a los clientes en la elección de las excursiones: un paseo por las plantaciones, caminata en la selva acompañado de un naturalista, observación de aves, descubrimiento de los campos agrícolas, incursión en un pueblo típico que limita con la propiedad… El personal está muy atento a los detalles y se centra en el cliente.

Cuando se pone el sol, el cielo sobre nuestra tienda de campaña está pintado de rojo, amarillo y azul, colores rápidamente remplazados por un velo negro intenso salpicado de incontables estrellas brillantes. Un espectáculo del cual la vida en la ciudad y, por supuesto, la contaminación, nos han privado desde hace mucho tiempo. Durante horas nos sentamos con las piernas cruzadas junto al río, mirando al cielo, arrullados por el viento fresco. Es el lugar ideal para observar las estrellas, e incluso para hacer fogatas, al sonido de las olas y los cantos de diferentes especies de aves.

Gracias a sus chefs internacionales y locales, el hotel ofrece comidas 100% vegetarianas y una variada gastronomía, cocina india típica, así como china o italiana, entre otras. Por otro lado, el hotel asume su responsabilidad social y suministra agua a la única escuela en el pueblo cercano de Kunkhet, además de emplear a sus habitantes en puestos importantes, como el de gerente, en un proceso de progreso social. El Khunkhet Valley Resort ofrece un lujo inesperado en medio del bosque. Además, el establecimiento se encuentra a solo una hora en coche de la estación de tren de Ramnagar y a una hora y media del punto de partida del safari.

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