Jammu

Más allá del llamado espiritual

Espiritualidad

January 20, 2018

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Destino la India

Enero-Febrero 2018



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El estado de Jammu y Cachemira reúne mundos contrastantes, como la división de Jammu en el sur. Como epicentro de las actividades socioeconómicas, Jammu es un centro ferroviario y un gran atractivo para los peregrinos nacionales, así como para los amantes del patrimonio.

Más cálida que el resto del estado, Jammu es la ciudad más grande de la división de Jammu, en el estado de Jammu y Cachemira. Situada en crestas irregulares de baja altura en la cordillera Shivalik, rodeada por la cordillera Trikuta al noroeste, Jammu debe su nombre al entonces gobernante, el rey Jambu Lochan, que la fundó en el siglo XIV a. C. y la llamó Jambupur, que más tarde cambió a Jammu.

Al entrar en la ciudad, lo primero que llama la atención es el río Tawi, con la ciudad antigua que domina desde el norte, mientras que nuevos barrios se extienden por el lado sur de la misma.

Un desfile habitual son los hombres y mujeres vestidos con los pheran tradicionales (vestidos típicos usados uno encima del otro), así como hombres que visten gorros nativos. «Jammu alberga comunidades étnicas locales que siguen el estilo de vida y la cultura tradicional, de las cuales los dogras constituyen el grupo dominante», nos explica Jyoti Quazi, un funcionario de turismo de Jammu, cuando pasamos por la antigua ciudad de Jammu. Comunidad marcial por tradición, el folclore dogra se centra en las alabanzas de los legendarios e históricos héroes de guerra.

Mientras las tropas libraban batallas, la realeza y la nobleza nutrían el arte y la cultura en la región, de los cuales las pinturas en miniatura pahari son los mejores ejemplos. Estas pinturas, que ahora se están volviendo gradualmente famosas en toda la India, son los logros artísticos de esta comunidad. Huellas de este arte se pueden ver en las paredes de las casas de barro en las regiones rurales.

No importa adónde te dirijas en la ciudad, cada lugar habla de su historia y cultura, y entre ellos, los más importantes son sus templos, grandes y pequeños, que están repartidos por toda la ciudad.

Tierra de moradas sagradas

Religiosamente hindú, Jammu es apodada como la «ciudad de los templos». Uno de los más famosos es el Raghunath Mandir que señala el corazón de la antigua Jammu y es famoso por sus muchos pabellones que contienen fósiles de amonita que representan simbólicamente deidades hindúes. Los bloques en las paredes de los santuarios albergan 300 imágenes hechas a mano de deidades, así como pinturas en paneles del santuario principal, que se basan en escrituras de las antiguas narraciones indias del Ramayana, el Mahabharata y el Bhagwat Gita.

Las intrincadas tallas en el templo dicen mucho sobre la arquitectura mogol, cuya influencia se aprecia en sus torres de oro en forma de espiral. «Se dice que la torre en el santuario principal es diferente y no tiene la espiral dorada porque está hecha en estilo arquitectónico sij», nos comenta Quazi.

Para los que desean experimentar la cultura y la vida local en la zona, y de paso quieren hacerse con algunos recuerdos hechos a mano, el mercado de Raghunath, justo al lado del templo, es el mejor lugar. El mercado vende frutas secas de cultivo local, papel maché hecho a mano y los famosos mantones Pashmina de Cachemira, entre otros artículos locales. «El panch mewa, una variedad de cinco frutas secas como manzana, anacardo, uva pasa, coco y almendra, es el artículo preferido de los turistas. En realidad, la mezcla está hecha para ofrendas en templos», dice Deep Gupta, dueño de una tienda del mercado.

En el lugar, podemos deleitarnos con rajma chawal (frijoles rojos y arroz) con desi ghee (mantequilla clarificada) y anar dana chutney (salsa de granada seca) o kudd ka patesa (un postre local), que los vendedores proponen en el mercado y que también constituyen el alimento básico en la región.

Para una experiencia más local y de devoción, nos dirigimos hacia Katra, en el distrito de Reasi, a aproximadamente tres horas en coche del mercado de Raghunath.

Al llegar al lugar descubrimos que todo, desde los nombres de los hoteles y tiendas hasta las colonias residenciales, se anuncia con el prefijo maa (madre), en referencia a la diosa hindú Vaishno Devi.

Situada a una altitud de 1 700 metros, la cueva sagrada de Vaishno Devi ha sido un transmisor de fe y satisfacción para millones de devotos. Después de una caminata de 12 kilómetros, los devotos son bendecidos con la visión de la diosa dentro de la cueva. Sorprendentemente, no hay estatuas o ídolos, sino que estas deidades se muestran en forma de tres formaciones rocosas naturales.

Para los que no pueden caminar, Jammu dispone de una ruta alternativa. El Fuerte de Bahu tiene un templo dedicado a la diosa hindú Kali y se cree que es el segundo destino de peregrinación más religioso de la India después del templo de Vaishno Devi.

En una plataforma elevada, el templo tiene un ídolo de la diosa Maha Kali en piedra negra. Se dice que los reyes de la dinastía Sooryavanshi trajeron la piedra mucho antes de que se construyera el templo. «Se cree que cada vez que nuestro país está en peligro, la diosa aparece en la forma de una mujer, o en cualquier otra forma, para protegernos», cuenta Suresh Shastri, un sacerdote del templo. El lugar está flanqueado por cintas rojas que los turistas atan, como tradición, al pedir un deseo en el templo. «Antes, después de que los deseos de la gente se hicieran realidad, aquí se hacían sacrificios de cabras. Sin embargo, desde que el rey Gulab Singh (quien renovó la fortaleza en el siglo XVIII) estableció el ídolo de la diosa Vaisho Devi aquí, se adora a las cabras, pero no se sacrifican», agrega.

Historia y arquitectura europea

El patrimonio espiritual de la región se puede apreciar por todas partes en la ciudad, así como el patrimonio arquitectónico, que comprende elaborados castillos y fortificaciones.

El Palacio Amar Mahal fue construido en la década de 1890 por el rey Amar Singh, un rey de la dinastía hindú dogra que formó la casa real de Jammu y Cachemira. Construido según las líneas de la arquitectura francesa, en 1975 el palacio se convirtió en un museo y biblioteca, con alrededor de 25 mil libros antiguos y varios objetos como un trono de oro, así como exposiciones de pinturas en miniatura y diversas colecciones de arte poco comunes.

A través de una gran colección de retratos de la familia real, que también se exhiben dentro del museo, el lugar muestra la vida del rey Amar Singh y su familia.

Construido al estilo de los castillos europeos, con arenisca roja, el palacio tiene techos inclinados con torres altas. Tan altas, de hecho, que una vez fue el edificio más alto de Jammu.

Prados verdes y brotes de adrenalina

Jammu ofrece experiencias para cada tipo de viajero y tampoco decepciona a los amantes de la naturaleza.

Situada en el cinturón de Shivalik del Himalaya, a una altitud de 2 024 metros, la región mitad plana y mitad montañosa de Patnitop, en Jammu, es un destino para todas las estaciones.

«Originalmente, Patnitop era conocido como Patan Da Talab (el estanque de la princesa). Según los antiguos cuentos, una princesa solía bañarse en un lago de los prados», informa nuestro guía y conductor, Paramjeet Singh.

Variedades de macizos de flores y árboles multicolores, entre los que se encuentran especies raras de árboles chinar llamados coloquialmente boonyi, se extienden por los prados. Talarlos o deshojarlos es punible.

Con el río Chenab que fluye en las proximidades, el clima en la región cambia en un abrir y cerrar de ojos. «Es tan fascinante ver el cambio climático frente a tus ojos cada 15 o 30 minutos, desde el frío y la niebla, pasando por la lluvia, hasta nuevamente el sol, en poco tiempo», se emociona Shaziya Rahman, asistente de dirección del departamento de Turismo de la región de Chenab, en Jammu.

Otra característica sorprendente en la zona es la limpieza. La Autoridad de desarrollo de Patnitop, el Departamento de turismo y el Departamento forestal están tratando de mantener el medio ambiente natural de la región de forma colectiva, y están trabajando para desarrollar una infraestructura respetuosa con el medioambiente, con cabañas ecológicas y sin usar estructuras de hormigón.

Además de para los admiradores de la naturaleza, el destino también dispone de una amplia oferta para los amantes de la aventura, que podrán disfrutar de una tirolesa alrededor de los pinos, paseos en cuatriciclo, ciclismo de montaña u opciones de trekking y zorbing o esferismo, entre otras actividades.

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